Queridos “texto-leyentes”, en este nuevo capítulo les propongo descubrir el: “EF 100-400mm f4.5-5.6L IS II USM”. No es un arma de destrucción masiva ni nada por el estilo. Aunque su nombre comercial les parezca un poco largo y aburrido, el dispositivo en cuestión es la mejor opción para esos ahorradores que en la reseña anterior quedaron encantados con el cuerpo de la Canon EOS R. Este, es uno de los más versátiles de sus objetivos.

Ideal para la fotografía multipropósito, es ultrarresistente a cualquier entorno. Probado y certificado contra el polvo y la humedad te permite realizar capturas a distancias realmente increíbles con variaciones de nitidez prácticamente nulas y manteniendo los contrastes originales; aun cuando el clima se torne desfavorable.

Está provisto de una corteza dispuesta en capas que suprime los reflejos y garantiza su óptimo funcionamiento a contraluz. Su estabilizador dispuesto en cuatro movimientos ahora es más rápido que en las versiones anteriores proporcionando un enfoque automático y silencioso que te permitirá pasar desapercibido cuando la situación lo amerite.


Su peso sobrepasa el kilo y medio y consta de soporte para el acoplamiento de un trípode. Así mismo cuenta con los siguientes agregados: tapa anterior E 77II, parasol ET 83D, estuche LZ 1326 y tapa posterior tipo E, incluidos en el kit de compra.

Una vez más Canon, compañía japonesa líder en la fabricación de productos ópticos y de captura de imagen ha hecho honor al significado de su nombre: “vara de medir”, pues por contraste, es invaluable la calidad y fidelidad del teleobjetivo en cuestión.

Lo pueden conseguir en su web por 1960 euros, y en la misma encontrarás además una variada gama de accesorios compatibles entre los cuales figuran: el tele-convertidor compacto Extender EF 1.4x III, el multiplicador Extender EF 2x III, y las Tubo Extensiones EF 12 II o EF 25 II, todas de excepcional calidad tanto para fotografías de prensa, deportes o naturaleza.