· Cámara instantánea inspirada en la Polaroid OneStep de 1977. Disponible en blanco y en grafito.

· Compatible con la película Polaroid i-Type (creada expresamente para esta cámara) y Polaroid 600, las dos con el clásico borde blanco y disponibles en color y en blanco y negro. La mejor forma de disfrutar de las polaroids de toda la vida con la tecnología más actual. Atención: la cámara viene sin película, por lo que es necesario comprar por lo menos un pack para poder empezar a usarla
· Cuenta con un potente flash integrado para facilitar la captura de instantáneas. Un botón nos permite cancelar el flash cuando queramos, incluso usando el modo de disparo con temporizador
· Batería de iones de litio recargable a través del puerto micro-USB de la cámara. La carga total se realiza en aproximadamente dos horas y es suficiente para disparar entre 15 y 20 packs de película (de 120 a 160 fotos)
· Objetivo de alta calidad realizado en policarbonato, con una distancia focal equivalente a 106 milímetros y un ángulo de visión aproximado de 40 grados.
Indicador luminoso de LED para saber en todo momento la cantidad de fotos restantes.
· Temporizador de 8 segundos para autorretratos.
· Palanca para compensar la exposición y obtener fotos un poco más claras u oscuras.
· Incluido con la cámara: cable para cargar la batería (USB a micro-USB), correa de sujeción, manual de instrucciones y una fantástica pegatina de Polaroid Originals

Análisis de la Polaroid OneStep 2, un clásico moderno

Nacida para convertirse en un icono como lo fue su antecesora a finales de la década de los setenta, la Polaroid OneStep 2 es la cámara perfecta para volver a sentir la magia de la fotografía instantánea, para recuperar ese ritual consistente en observar fascinados cómo de la nada emerge una imagen, un instante de realidad congelado para la eternidad.

La OneStep 2 es la nueva propuesta de Polaroid Originals para recuperar todo eso. Un homenaje en mayúsculas al carácter innovador de una marca que revolucionó la fotografía para siempre.

Como la OneStep original, la nueva cámara instantánea presenta unas formas angulosas y elegantes, con un visor directo (con su inevitable paralaje, que hay que aprender a dominar), el objetivo centrado, el llamativo botón rojo de disparo e incluso el clásico arcoíris en el frontal.

El gran flash de formato vertical nos alerta a simple vista de que estamos ante la versión moderna de ese clásico. Un flash potente que se mantiene siempre activo y cuyo destello puede bloquearse presionando un botón resguardado en la parte trasera de la cámara mientras realizamos la foto.

Pero mucho ojo, porque en esta cámara resulta altamente recomendable usar siempre el flash, especialmente si la escena está bañada por luz artificial. Solo cuando la luz acompaña -bajo un esplendoroso sol, por ejemplo- puede resultar prudente desactivar su destello.

Es también necesario situarse a por lo menos 60 centímetros del motivo a fotografiar para que la cámara pueda enfocar.

También en el frontal se encuentra la palanca para compensar la exposición en +1/2EV o -1/2EV. O lo que es lo mismo: para obtener fotos algo más claras u oscuras, en función de lo que andemos buscando.

El botón del temporizador, situado también junto al objetivo y con el típico icono del reloj, nos concede 8 segundos desde que pulsamos el botón de disparo hasta que se realiza la captura para facilitarnos los selfis. También para este fin contamos con una rosca estándar de trípode en la base de la cámara.

Para encender la cámara basta con mover hacia abajo la gran palanca amarilla que se encuentra en la parte trasera de la OneStep 2, situada cerca del puerto micro-USB. Esta conexión nos permite cargar la batería de la cámara, bien conectándola al ordenador (tarda unas 4 horas en completarse) o a un adaptador de corriente (2 horas).

Por tanto, a diferencia de las cámaras Polaroid vintage, la OneStep 2 no se sirve de una batería integrada en la carga de fotos sino que la lleva en su propio interior. Por esta razón no es posible usar la nueva película Polaroid i-Type, creada expresamente para este modelo y desprovista de batería, en cámaras antiguas.

Por cierto, no hay que olvidar que la película instantánea debe conservarse en un lugar frío antes de ser usada, preferentemente una nevera. Una vez fuera, habrá que esperar a que se adapte a una temperatura ambiente de 13 a 28 grados centígrados antes de cargarla en la cámara.

Hay que tener también presente que ese característico gesto de agitar la copia en el aire durante el revelado no solo no sirve de nada sino que además puede deteriorar la calidad de la imagen final. Si no es eso lo que queremos (es decir, si no vamos a exponer nuestras fotos en ARCO), más nos vale dejar la foto boca abajo o tapada por lo menos 6 minutos antes de empezar a ver cómo aparece la imagen en ella.

Lo bueno

El diseño retro es divertido

Las fotos realmente aparecen instantáneamente

Batería recargable

Fácil de usar

Barata

Lo malo

La calidad de las fotos es tan retro como el diseño

Las fotos son caras

Voluminosa

Puntaje: 7/10

Con un diseño inspirado en una cámara de los 70s, la OneStep 2 se ve y dispara igual que una cámara Polaroid de antaño, produciendo las mismas fotografías instantáneas con su clásico borde. Sin embargo, la OneStep 2 le suma a ese estilo clásico un puñado de convenientes elementos modernos, como una batería recargable, un flash incorporado y (el epítome de la cámara post 2010) un temporizador para selfies. A diferencia de las cámaras digitales que incorporan una impresora Zink, la OneStep 2 utiliza película instantánea real que genera ese aspecto orgánico e imperfecto sin depender de un pretencioso filtro digital.